Cultura Americana 101 – Puntualidad
La cultura estadounidense pone mucho énfasis en el tiempo y su importancia. La oportunidad es considerada uno de los valores americanos más importantes, definida como “el hecho o la cualidad de ser hecho u ocurrir en un momento favorable o útil” (Oxford Languages). Los estadounidenses esperan que las cosas se hagan rápido y bien. ¡Así que tómese el tiempo para cumplirlos y dar una excelente impresión a sus compañeros! ¡Indudablemente habrás ganado algo de credibilidad si logras entregar de manera consistente! ¡Simplemente planifique, para que nunca se le acabe el tiempo para sus tareas, ya sea de la escuela o del trabajo!
A los estadounidenses también les gusta establecer plazos claros. Por lo tanto, no es raro que su jefe escriba que necesita un informe y que debe entregarlo "mañana a las 10 am" en lugar de "lo antes posible". La frase "tan pronto como sea posible" deja demasiado espacio para la interpretación y, naturalmente, los estadounidenses verán con malos ojos cualquier cosa que les haga perder el tiempo.
El concepto de tiempo está presente en toda nuestra sociedad. Una y otra vez, lo vemos, por ejemplo, siendo explorado en películas y literatura, desafiando nuestra percepción mediante el uso de flashbacks y giros en la trama. Sin embargo, los estadounidenses suelen pensar en el tiempo en términos más prácticos. En los EE. UU., la puntualidad es vital, especialmente en entornos comerciales. Después de todo, el tiempo es dinero: unos minutos antes de una reunión de negocios es en realidad "llegar a tiempo", mientras que llegar a tiempo a una reunión es más como "llegar un poco tarde".
Fuera de los negocios, la puntualidad también es importante en los EE. UU., pero no tanto: todo depende mucho de la ocasión y de con quién pase el tiempo. Por ejemplo, ¡digamos que vas a una fiesta! Aunque hay cierta flexibilidad, en este caso, es recomendable que le avises a la otra persona si llegas tarde lo antes posible. ¡Solo trate de no llegar más de 15 minutos tarde, y tampoco llegue temprano, o podría causarle problemas a su anfitrión! Es posible que aún se estén preparando para el evento, y podría ser un desafío para ellos encontrar el tiempo libre para entretenerlo antes de que lleguen los demás invitados.
A medida que pasa el tiempo, la presión de vivir en una sociedad tan exigente hace que los estadounidenses se den cuenta de que el tiempo libre también es vital para una gestión eficaz del tiempo. Tener un descanso de vez en cuando es fundamental para mantener el mismo nivel de eficacia. Tomarse un tiempo libre aumenta la productividad, pero también mejora la calidad de vida. De acuerdo con la investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología, los empleados que toman vacaciones "piensan positivamente", con una mejora de la productividad del 31 %, un aumento de las ventas del 37 % y una creatividad e ingresos que se triplican.* Así que no olvide que matar el tiempo también puede significar que se está ahorrando algo de tiempo (además de dinero) a largo plazo. En otras palabras, ¡recargar puede mantenerlo en la cima de su juego sin que se sienta agotado! Ahora eso suena como si estuvieras pasando el mejor momento de tu vida, ¿no es así?
Si lo pensamos bien, se habla tanto del tiempo… ¡Mira las muchas expresiones que usan la palabra “tiempo” (en azul) solo en esta breve entrada! Escuchamos todo tipo de cosas, que el tiempo cura todas las heridas… ¡Que también es sabio ya que solo el tiempo lo dirá! Sin embargo, el tiempo puede ser complicado: el tiempo vuela y es imparable. También es insustituible ya que no puedes retroceder las manecillas del tiempo...
Por lo tanto, cuando alguien está disponible para pasar tiempo de calidad contigo, te está dando uno de los regalos más generosos que te puede dar, ¡considerando que su regalo es una parte de su vida que nunca recuperará! ¡Así que sé agradecido y tómate tu tiempo para disfrutarlo por completo!
* del libro “La Ventaja de la Felicidad: Los Siete Principios de la Psicología Positiva que Impulsan el Éxito y el Desempeño en el Trabajo” por Shawn Achor (Crown Business, 2010)
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